En redes sociales, un solo paso en falso puede costarte una elección
Las redes son una herramienta poderosa para cualquier político. Pero también son un campo minado.
Mal gestionadas, pueden destruir la imagen, desatar crisis, o ridiculizar a un candidato ante miles (o millones) de personas.
A continuación, repasamos los errores más comunes que hunden campañas políticas en el mundo digital, y cómo evitarlos.
❌ 1. Publicar sin estrategia ni objetivos claros
Tuitear “lo que se te ocurre”, subir historias “porque hay que estar” o improvisar en cada posteo es uno de los errores más graves.
Cada publicación debe responder a una narrativa política y a un objetivo concreto: posicionar, emocionar, movilizar, conectar o persuadir.
❌ 2. No adaptar el lenguaje a cada plataforma
Lo que funciona en Instagram puede quedar ridículo en Twitter. Lo que emociona en TikTok puede parecer superficial en Facebook.
Hablar el mismo idioma en todas las redes es no hablarle bien a nadie.
❌ 3. Creer que más publicaciones = más votos
La sobreexposición, el spam o el exceso de “autobombo” generan rechazo.
La clave no es la cantidad, sino la calidad y el timing del mensaje.
❌ 4. Responder en caliente
Muchos candidatos se enojan, responden impulsivamente o se enganchan con trolls.
Eso nunca sale bien. Se pierde el eje, se baja al barro y se viraliza lo peor. En redes, el que se enoja… pierde.
❌ 5. No tener un equipo digital profesional
Delegar redes a un primo, un militante voluntario o un community improvisado es un riesgo enorme.
Las campañas modernas necesitan estrategas digitales, creativos, editores y especialistas en reputación digital.
❌ 6. Ignorar comentarios negativos o críticas
Dejar que se acumulen insultos, fake news o preguntas sin respuesta da imagen de debilidad o falta de control.
El silencio también comunica. Y muchas veces, hunde.
❌ 7. Usar bots o seguidores falsos
Los “likes comprados” o los comentarios artificiales son pan para hoy y escándalo para mañana.
Cuando se descubren (y siempre se descubren), la credibilidad del candidato se desploma.
Conclusión
Las redes no son una moda ni un “complemento” de campaña. Son el campo de batalla principal donde se construye o se destruye una candidatura.
Evitar estos errores puede ser la diferencia entre liderar una conversación o quedar fuera del juego.
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